Todos estaremos de acuerdo en que un proyecto suele
conocerse como una planificación o una organización de cualquier propuesta
educativa para conseguir unos resultados educativos.
Pero nuestro profesor de la asignatura de Programas de
Acción Sociocultural y Educativa nos define el proyecto desde un enfoque
comunicativo y procesual: “Documento previo público que comunica cuál es la
acción que pretendemos hacer y que sirve de elemento para la
evaluación”(Monclús, C.).
Desde esta visión lo fundamental no son los resultados, sino
el “qué vamos a hacer”. Un proyecto ha de comunicar bien. Este “qué vamos a
hacer” debe llegar de una forma clara a aquella entidad o personas a las que
presentamos nuestro proyecto.
En repetidas ocasiones nuestra gran preocupación como
alumn@s antes de empezar a pensar un proyecto es su estructura o esquema.
Realmente esta no es tan importante (referidos al orden y a los aspectos que “debe”
incluir) mientras quede bien reflejado lo que queremos hacer. Sin embargo,
dependiendo de a quién presentemos nuestro proyecto nos puede venir mejor
seguir un esquema u otro. Puede que, para que una determinada entidad acepte
nuestro proyecto (ya sea para dar unos permisos legales del espacio, para dar
una financiación, etc.), haya que seguir el esquema que esa entidad proponga
como la válida (aunque no nos sintamos demasiado cómodos con esa estructura).
Lo que sí que debemos de tener en cuenta siempre es que debe
ser original y sencillo.
En nuestro caso, para la asignatura de Programas de Acción
Sociocultural y Educativa, seguiremos el esquema planteado por el profesor, que
consta de los siguientes aspectos a tener en cuenta:
- Título (que sea creativo, original y evocador, que despierte un interés y que sintetice el contenido y el tema del proyecto)
- Datos identificativos (datos sobre los autores del proyecto, como la dirección, entidad, web…)
- Descripción (una breve y concisa introducción de unas 200 palabras para comunicar bien de qué trata el proyecto)
- Justificación (una explicación o argumentación para convencer a la entidad de que ese proyecto es el adecuado para ese contexto, esos destinatarios, esa realidad, esas necesidades...)
- Destinatarios
- Objetivos (delimitar la finalidad del proyecto, el para qué, cuyo modelo a seguir dependerá de la entidad a la que queremos comunicar el proyecto).
Alba Deelstra Forner
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